Literatura, estética y ciudad: Una breve conversación con el joven escritor colombiano Carlos Andrés Oviedo
Foto: Leonardo Mora
El fin de semana pasado en el marco de la Feria Internacional del Libro, se lanzó en Corferias, Bogotá D.C. por intercesión de la editorial Caza de Libros, la primera novela del escritor colombiano Carlos Andrés Oviedo, titulada La noche infinita.
Este joven autor de 32 años actualmente reside y desarrolla su obra
en la ciudad de Ibagué. Colectivo audiovisual Zerkalo habló con él en una breve pero interesante entrevista, la cual giró en torno a la novela publicada y a su composición, a la perspectiva estética del autor, al estado cultural y social de Latinoamérica, Colombia e Ibagué, y al derrotero de los artistas en el presente siglo.
El próximo viernes 10 de mayo se relanzará el libro en Ibagué, en la biblioteca del Banco de la República. En contados días este blog publicará un texto reflexivo sobre este libro.
Colectivo
audiovisual Zerkalo: ¿Qué
intereses lo impulsan a asumir el oficio de escribir desde un contexto
tercermundista?
Carlos
Andrés Oviedo: El tercer mundo es un lugar que tiene mucho
por decir. Aquí abundan las sensaciones e historias que todavía no han sido
convertidas en arte, y en el caso particular de la literatura, nos falta mucho
por tejer a pesar de los grandes logros de la narrativa y la poesía
latinoamericanas, que están a la par de los de otras latitudes. Quiero ser
partícipe del proceso de la literatura latinoamericana del siglo XXI. Quiero
ser testigo de mi contexto y época porque ambos serán irrepetibles. Pero sobre
todo, escribo literatura porque quiero comunicar lo que pienso y siento de una
manera estética y precisa.
Colectivo
audiovisual Zerkalo: En términos generales, ¿qué desea plantear específicamente
en La noche infinita? ¿Entrevé
influencias directas en la redacción de la novela?
Carlos
Andrés Oviedo: Deseo advertir que nuestro tiempo es un error
pero que todavía no hemos llegado al punto sin retorno. Que nuestras ciudades
latinoamericanas, con todo su asfalto y concreto, y con el vasto imaginario de
sus gentes, marchan irremediablemente hacia su desaparición si no definimos
nuestra identidad frente al resto del planeta. Y creo que para eso debemos
ahondar en nuestros propios mitos, alegrías y pesares, y no seguir tomándolos
del primer mundo. Solirio muere prematuramente en La noche infinita porque su país es una marioneta del primer mundo
enfrentada a pueblos hermanos. Y mi deseo es que eso no suceda y que Solirio en
el mundo real pueda vivir muchos años, crecer y conocer. En cuanto a
influencias, creo que desde el epígrafe se advierte la de Rulfo por aquello de
los muertos que persisten desde el más allá. De nuestro Rojas Herazo, aquello
de la ruina y los ancestros. Y lo mejor es que no cite más autores porque tendría
que mencionar a todos los que han constituido mis lecturas, y así nunca podría
dar una respuesta concluyente.
Colectivo
audiovisual Zerkalo: ¿Cómo fue el proceso de creación de la novela?
Carlos
Andrés Oviedo: La
noche infinita, al igual que mis dos intentos anteriores,
empezó a escribirse como una novela autobiográfica, solo que trasladando
algunos hechos de mi vida a la ficción de una niña. Luego, cuando llevaba unas
pocas páginas, sentí que no era suficiente con mis historias y eché mano de las
historias de mi familia, tan cargadas con la mitología del Tolima Grande.
Finalmente, llegó la idea de una guerra apocalíptica y entonces produje un
relato que tiene la pretensión de ser un álbum de fotos, capturando
instantáneas de los momentos más relevantes en la vida de la protagonista hasta
encontrar la hecatombe. Me tomó poco más de un año convertir todo eso en una
novela y más de dos, esperarla y limarla. Finalmente, la convertí en mi ópera
prima cuando supe que quería ser escritor de fantasía y de ciencia ficción, y
que ella, a mi juicio, era un buen primer paso en ese propósito.
Colectivo
audiovisual Zerkalo: ¿Qué significa para usted vivir y sentir en una ciudad
como Ibagué, dado que esta ciudad es clave protagonista de su novela?
Carlos
Andrés Oviedo: Siento que si se compara a Ibagué con otras
ciudades del país, tenemos una urbe intrascendente que es mencionada pocas
veces en el panorama nacional por algo que tenga que ver con su arte y cultura.
Y por eso mismo, no deja de parecerme literaria. Pienso en el Dublín de Joyce,
ciudad a la que este definió como “la capital mundial de la parálisis”. Era
inevitable que llevara a Ibagué a la narrativa porque nací y crecí en ella.
Quizás esto pueda ser una nimiedad, pero yo he recorrido a Ibagué y la he
reelaborado en mi mente. Y no solo la he recorrido o sentido, la he llenado de
ficciones, algunas de las cuales han servido de cantera para mi labor como
escritor. Mi relación mental con Ibagué es la fuente de toda mi narrativa. Y
creo que lo seguirá siendo incluso si la abandono un día, e incluso si continúo
en mi empeño como autor de fantasía y ciencia ficción.
Colectivo
audiovisual Zerkalo: ¿Qué opina del panorama regional en literatura? ¿Falta
seriedad y compromiso por parte de quienes intentan ser escritores y artistas
en general? ¿Rescata usted algún autor de la literatura ibaguereña y tolimense?
Carlos
Andrés Oviedo: Esas son tres preguntas peligrosas, sobre todo
cuando uno sabe cómo son recibidas las críticas y opiniones en un contexto de
provincia como el nuestro. No soy experto en literatura del Tolima pero he
leído a varios autores tolimenses. En La
noche infinita hay un pasaje donde la califico de tímida y conformista.
Pero creo que esto no se debe a la calidad de nuestros autores sino a la escasa
difusión de lo que hacemos, no solo en literatura, también en las otras artes.
Actualmente, tenemos un buen número de narradores y poetas que han llegado a su
cenit, permaneciendo en el oficio durante décadas y publicando con constancia.
Y tengo el gusto de conocer el trabajo literario de varios jóvenes que han publicado
en antologías y luego se han aventurado a editar un libro propio, lo que quiere
decir que la literatura del Tolima persistirá en la siguiente generación. En
cuanto a rescatar un autor, no es labor que me corresponda, menos en mi
condición de escritor. Solo el inexorable paso del tiempo decidirá quién será
recordado y quién deberá caer en la bruma del olvido.
Colectivo
audiovisual Zerkalo: ¿Por qué decide abandonar sus estudios universitarios en
Ciencias Sociales?
Carlos
Andrés Oviedo: Porque esa carrera era un despropósito en mi
vida y porque la Literatura siempre ha sido más importante para mí que
cualquier cosa.
Colectivo
audiovisual Zerkalo
: Después de la publicación de La noche infinita, ¿qué proyecta Carlos Andrés Oviedo en un futuro
cercano?
Carlos
Andrés Oviedo: No aspiro a nada ni ambiciono nada. No espero
nada de la literatura o de las personas. Leo y escribo porque son dos
actividades que me han gustado desde siempre, pero mañana todo puede cambiar.
Por ahora trabajo en una novela de ciencia ficción y si ahora me defino como
escritor de ese género, es por ese momento único que ha creado dicho proyecto.
¿Publicaré esa novela una vez acabada? No sé si llegue a tener la indulgencia
de un editor como ocurrió con La noche
infinita. Lo más probable es que tome nuevamente la pluma y escriba otra
cosa sin conocer, por un tiempo, una segunda novela editada. Por fortuna, nunca
pienso en el futuro, solo vivo un presente inconsolable como diría Solirio
Fuentes.
Colectivo audiovisual Zerkalo: ¿Qué opina de la realidad colombiana en términos culturales y sociales?
Colectivo audiovisual Zerkalo: ¿Qué opina de la realidad colombiana en términos culturales y sociales?
Carlos Andrés Oviedo: Colombia es una gran equivocación que se ha prolongado por más de doscientos años y que ha tenido una manifestación cultural mucho más grande de lo que merece. Y ha sido ingrata con esto. A diferencia de la mayoría de las sociedades vecinas, donde el siglo XXI ha llegado con una promesa de socialismo, nosotros seguimos inmersos en la política del odio y la guerra como forma generalizada de asumir la existencia. Nuestros artistas y pensadores más celebrados han acabado por exiliarse, no solo física sino intelectualmente, para intentar comprender a esta patria desangrada. Creo que mi generación, además de ser la bisagra entre dos milenios, deberá resolver definitivamente el asunto del conflicto para que quienes nos sucedan puedan aspirar a una Colombia justa, donde sus ciudadanos se desarrollen a plenitud en todas las manifestaciones de la civilización y así hacernos partícipes dignos en la búsqueda del destino y la identidad como latinoamericanos.
Comentarios
Publicar un comentario