Vanessa Vásquez
justinemgg@gmail.com
La opinión es dividida al pensar en la Europa Oriental de inicio del siglo XX; el régimen comunista que empieza en 1922 con la toma del poder gracias al partido bolchevique y pone fin a la guerra civil por la cual atravesaba Rusia se extiende hasta final de siglo. El radicalismo de Rusia: del Catolicismo Ortodoxo (con sus bellas liturgias, sus iglesias) al Comunismo; ambos cuestionables, sin negar el cambio sociológico.
El rezo común: el arte es libertad, tocante únicamente al individuo (íntimo, el hombre lejano), sin embargo la moral, la familia y la ciudad se cuelan hasta el tuétano, absurdo pensar en un arte puro o individual, absurdo también que esté al servicio o gusto de corporaciones o comunidades específicas. El Catolicismo Ortodoxo como el Comunismo se inclinaba por la anulación del individuo a favor de un ideal, uno por la imagen de Dios, el otro por la imagen de una sociedad igualitaria; a pesar de esto sobreviven las avasalladoras iglesias de colores prosaicos con cúpulas de oro, los delicados y vetustos iconos bastante significativos en la historia del arte pictórico incluso si se toma distancia de aquel ámbito religioso en que surgieron (estudios netamente estilistas), y de manera general, ingenios devotos: San Agustín, Descartes, Giordano Bruno, estilos que emergen del más puro misticismo: el Renacimiento; del mismo modo en 1927, aunque aluda aquí al brillante lenguaje de Anna Ajmátova, a los geniales Andréi Tarkovski u Oto Iosseliani, oprimidos y arruinados por el Comunismo, el director de Cine Abram Room, el primero en hacer un filme sonoro en la URSS, lleva a los cinemas Treyta Meshchanskaya o Third Meschanskaia Street, que posteriormente sería llamado Bed and Sofa, significativo en la cinematografía clásica.
El filme transcurre mayormente en un apartamento en extremo pequeño y tiene como personajes a un matrimonio (Liuda y Kolia) y al compañero de Guerra (La Guerra Civil Rusa 1917 – 1922) de Kolia (Volodia). Volodia llega a Moscú a trabajar en la imprenta, aquel encuentro causal entre Kolia y Volodia permite que se desarrolle un triángulo amoroso cuando el visitante sin un lugar en el cual hospedarse es invitado por Kolia a su casa.
Bed and Sofa presenta con alegría a la Rusia comunista, el inicio del filme con el tren omnipotente y esperanzador en medio de la luz solar, el despertar de la ciudad, la imprenta “El Diario de los Trabajadores” donde se ocupa Volodia, el paisaje de Moscú industrializado, siempre el avance de las construcciones, la mención del ejército rojo, de asambleas y el 14 de Julio como el “Día de los Amigos de la Aviación”; en medio de este despliegue político se desarrolla la historia con aquellos patetismos románticos y fingidos que abundan en las relaciones amorosas fútiles, y así mismo finaliza aquel triángulo amoroso con el adiós de Liuda cuando Kolia y Volodia intentan persuadirla de abortar dado el desconocimiento del padre, el caos por no saber quién está con quién y qué hacen ellos tres allí conviviendo, Liuda luego de abandonar aquella idea y marcharse de la Clínica, aún embarazada, indignada, momento antes de abandonar el apartamento responde ante el ofrecimiento monetario del casero:“-Voy a trabajar, sobreviviré”; el argumento se enlaza con la ideología comunista, la consigna sobre la emancipación de la mujer, a pesar que estas ideas son poco novedosas, en los “Pueblos Bárbaros” encontramos igualdad de género evidente en las narraciones histórico-literarias clásicas como Vida Paralelas por Plutarco, también en determinados territorios de la antigua Grecia, Íbico en las Islas de Egeo, Safo en la Isla de Lesbos y en la Europa occidental también del siglo XX se habla de la mujer como individuo intelectual en la sociedad, ligero ejemplo es el filme La Souriante Madame Beudet [1922] de la cineasta francesa Germaine Dulac.
Aunque se pueda pensar Bed and Sofa como un filme comunista y por ende sometido a ciertos parámetros no podría omitirse su bello lenguaje cinematográfico. Las grabaciones de estilo documental, la calle y sus transeúntes, el cortísimo y animado montaje experimental mientras Kolia almuerza en lo alto de una estatua, la ocasional cámara en mano, los encuadres de Liuda en las ventana del apartamento o la clínica con un secreto deseo de huir, la luz que incrementa la naciente intimidad (digna del Cine Negro) entre Volodia y Liuda cuando éste juega a leerle la fortuna, esa misma intimidad que luego se manifiesta como falsa, el modo narrativo como Abram Room establece una relación entre Volodia, Liuda y Kolia, y el perfecto manejo del límite entre el drama y la comedia conservando toda la ironía. La inteligencia y osadía de retener a tres actores en una habitación y viceversa, imposibilitando así el ver a Kolia, Liuda y Volodia en otro espacio bajo el mismo argumento, el vínculo del hombre y su entorno, esta mínima habitación con la mesa de comer en el centro y el sofá y la cama a los extremos; Bed and Sofa con su minimalismo y su marcado y poco tolerante carácter socio-político sin dar lugar a dudas está entre uno de los filmes clásicos de Rusia.


Comentarios
Publicar un comentario