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Mostrando entradas de abril, 2011

A la desaparición de lo que era mortal en Ernesto Sábato

ERNESTO SÁBATO (1911-2011) Uno de los escritores más grandes de toda la historia de la literatura ha fallecido. Gloria inmortal a la memoria y al legado de Ernesto Sábato, el hombre que nos mostró la terrible soledad de las urbes contemporáneas, el individuo nostálgico de las calles de Buenos Aires, el autor comprometido que siempre estuvo al lado de los marginados del Tercer Mundo, el lúcido argentino que dijo que vivir no era más que irse desilusionando.

LA MAMAN ET LA PUTAIN (Jean Eustache, 1973)

Por David M. Houghton. Unos cuantos miles de francos, tres muy buenos actores, un par de calles parisinas, dos o tres cafés, un cuartucho de mierda y una cámara fue todo lo que necesitó Jean Eustache para rodar un filme que se convirtió a la postre en el epílogo de una década, la del sesenta en Francia, y de un movimiento cinematográfico, la Nouvelle Vague. Película fundamental, destacable por la profunda sencillez, la honestidad, la bella austeridad que desprenden todas y cada una de las secuencias que componen esta obra de más de tres horas y media de duración. Pese a que la primera hora de metraje asistimos a la confusa configuración de un triángulo amoroso de uso algo tópico en el cine  de los años precedentes, en el que la aparente superficialidad de los personajes, pequeñoburgueses que pasan sus vidas entre los cafés de París hablando de Maoísmo o de Picasso, es un obstáculo para comunicarse y para conocerse realmente, el lento transcurr

Testamento de una ciudad enferma: Midnight Cowboy (1969) de John Schlesinger

Por Leonardo Mora   sonidosrare@gmail.com                                                                             ¿Qué cosas contiene la maleta un hombre que se atreve a buscar la vida? Algo de ropa gastada, un par de buenos zapatos, muchos recuerdos, tragos amargos y sobre todo, expectativas. Cierto: hay que abandonar cosas cuando se va en pos de algo más grande, pero nada de ello se equipara a arriesgarlo todo a un solo juego de cartas. Se pierda o se gane, no importa más que la fantástica satisfacción de que lo aventuramos todo para alcanzar los anhelos.     No cualquier persona posee el carácter y las agallas para vivir románticamente: por ejemplo, las novelas; más que escribirlas y leerlas para fantasear o evadir la realidad, deben palpitar como los latidos del corazón, y expresarse en cada gesto y palabra con que se aborda la vida misma. Ser un artista de la existencia, más que la sobrevalorada tarea de crear, solicita algo mucho más grande: l

La ciudad extraña: Notas sobre Following (1998) de Christopher Nolan

Por Leonardo Mora sanagustinconfesiones73@gmail.com ¿No es un argumento tremendamente atractivo –sobre todo para los que nos preciamos de ser aprendices de escritores- el que desarrolla la historia de un anónimo personaje voyerista que, a falta de temas para su obra, decide empezar a seguir furtivamente a las personas en la calle para extraer el dulce jugo de las vivencias de los otros? ¿Y si a ello le sumamos el hecho de que tal personaje, un día en el que adelanta su peligroso juego, sigue por casualidad a otro personaje aún más extraño, que tiene por hobbie entrar a casas ajenas para estudiar a las personas a partir de sus pertenencias, aunque también robe unas cuantas de éstas? El afamado director Christopher Nolan desarrolla su primera película titulada Following –en 16 mm-, a partir de los preceptos arriba expuestos, y logra crear un sofisticado y elegante thriller sicológico que transcurre en las extrañas calles de Londres, donde transitan innumerables indiv

La vida dura surcando las calles de la ciudad : Vivir su vida (1962) de Jean-Luc Godard

Por: Leonardo Mora II sanagustinconfesiones73@gmail.com Naná es una hermosa chica francesa que no cuenta con mucha suerte, como tantos seres que vagan y luchan en las calles de la ciudad para sobrevivir y sobreponerse a sus negativas circunstancias. La adversidad y la soledad la han hecho fuerte, y por lo tanto, es capaz de asumir diversos y negativos roles, como el de ser prostituta, aunque no se sienta a gusto con este tipo de alternativas. Naná es valiente: el simple y pueril hecho de no contar con dinero no la detendrá en su búsqueda personal de la esencia para vivir su vida, afinando paulatinamente su capacidad de asombro; en un momento del filme se le vé encaminarse hacia el cinema para aprehender a través de los ojos de un cineasta una nueva sensibilidad y otra concepción del mundo, que enriquezca la suya propia y le enseñe a observar la realidad de una manera distinta. Naná es sensible: la lírica prueba de ello son las lágrimas que derrama en el cine, cuando obse