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Mostrando entradas de diciembre, 2010

The deer hunter (1978) de Michael Cimino: Dios bendiga por siempre a los americanos

Por Leonardo Mora sanagustinconfesiones73@gmail.com Nunca serán excesivas las referencias del arte cinematográfico al horror que deparan las guerras en que se han enfrascado nuestros loables dirigentes políticos hambrientos de dinero y poder, desde el mismo inicio del devenir del hombre. Aunque no todos los directores cuentan con la fortuna de crear un filme que pueda plantear más cosas que la superficialidad de la guerra –entiéndase bombas, sangre y mutilaciones-, tampoco  estará de más examinar las abundantes perspectivas con que se aborda tal fenómeno, para constatar si determinada película fue capaz o no de “cargar con el contenido histórico de su tiempo”, una de las definiciones que usa T.W. Adorno para esa compleja palabra que es el Arte.  En el caso del director italo-americano Michael Cimino, con su filme The deer hunter , las expectativas son ampliamente logradas. La historia de unos  obreros siderúrgicos con sangre de inmigrantes que s

Enter the void (Gaspar Noé, 2009)

Por David M. Houghton. Por la contundencia y relevancia de sus trabajos anteriores, el estreno de un nuevo filme de Gaspar Noé se rodea de grandes expectativas por lo que podrá plantear este director acostumbrado a sacudir el universo cinematográfico con sus desquiciantes experimentos técnicos y sus descarnadas visiones del mundo contemporáneo. En esta ocasión la expectativa fue mayor debido a los problemas de distribución que retrasaron casi un año el estreno de Enter the Void , alimentando toda clase de rumores sobre su alto contenido de sexo explícito y violencia descarnada. Los primeros minutos del metraje, precedidos de unos créditos iníciales diseñados para deslumbrar a uno que otro publicista con ínfulas de artista, auguran una soberbia incursión en el bajo mundo de una luminosa y decadente Tokio. No obstante, y después de que los fastuosos efectos y la obsesiva utilización de la cámara subjetiva dejan de perturbarnos, empezamos a p