Iván Esguerra nos relata sus percepciones y encuentros alrededor del Respira Music Fest 2016, evento que aconteció en días pasados en la ciudad de Ibagué, Colombia.
Por Ivan Esguerra Sierra
ivanesguerra2008@gmail.com
Para
comenzar con esta crónica considero necesario hacer el breve ejercicio de explicar que es un ensamble
musical. ¿Pero y cuál es la razón para esto?
Muy
sencilla. Cuando llegué a disfrutar del evento y además de que me considero un
conocedor de estilos, sonidos y tendencias musicales. La palabra “ensamble” se
tornó un poco sofisticada para mi gusto.
La forma
técnica en que GOOGLE lo describe
refiere lo siguiente: “Dos o más personas que a través de la voz o de
instrumentos musicales, transmiten una interpretación propia de obras musicales
pertenecientes a diferentes géneros y estilos”.
Para mí
opinión, de una forma más divertida y
coloquial se asemeja a la manera en que se encajan fichas de LEGO para formar
una figura del señor de los anillos. Describiéndolo así, el ensamble musical
busca acoplar el sonido de instrumentos de diferente tipo; puede que en
determinado momento no sea muy común, pero que cuando se hace de una forma
magistral se crea un sonido único, experimental y que deleita los oídos educados.
Aunque creo saber de música, mis oídos no son
tan educados, Y aunque todavía no entiendo muy bien la diferencia entre
ensamble musical y todos los revoltijos que los músicos “Nueva era” se permiten
hacer. Yo disfrute el concierto.
Un famoso ejemplo de ensamble:
Un famoso ejemplo de ensamble:
La
invitación era para las 4 de la tarde del día sábado 11 de junio. Como cosa
rara, esta vez no me apresuré en llegar al lugar. La verdad tenía un poco de
pereza porque dicho espacio es un patio mal llamado “Parque de la música” y se encuentra poseído por el vicio, el olor
a orina y como dice mi mama, “las malas costumbres”. Créanme. No es muy llamativo.
Una cuadra
antes queda la plaza de Bolívar que es algo que identifica la centralidad de
las ciudades colombianas. En esa zona queda una heladería a la que me gusta ir por
una deliciosa ración de helado de chocolate cuando estoy cerca. Esa tarde y
para retrasar la fiesta no fue la excepción. Mientras me tragaba el último
bocado del lujurioso postre comencé a escuchar notas fluidas y algarabías
acompañadas de gritos y entusiasmo. Juemadre está bueno, pensé. Me apresure. A medida que me acercaba, todos
esos sonidos empezaban a tomar forma. Guitarra, bajo, Batería, Voces femeninas y
masculinas… ¿Música rock?, ¿Música pop?, ¿Música moderna? Ensamble de música
moderna para ser exactos.
Esa cuadra
que divide los parques la recorrí como si alguien me halara una cuerda amarrada
a la cabeza. Los ritmos me ordenaban ligereza. Arribé al lugar. La primera
imagen que tuve fue la recuperación del espacio. No olía a orines revueltos con
cannabis. Los pocos indigentes que había, estaban disfrutando el espectáculo.
La incipiente vegetación estaba siendo removida o mejorada. La cosa empezó muy
bien. Cuando miré hacia la tarima y vi la pequeña multitud de gente bailando y
divirtiéndose, lo confirme. Qué evento tan agradable. Todo estaba sencillamente
organizado. Desde una pequeña carpa se manejaba la consola de sonido. Me
instale allí para seguir el programa. Delante de mí acomodaron sabiamente unas
sillas plásticas para el público. No eran muchas y no estaban todas ocupadas.
En mi cabeza empezaron a saltar imágenes que evocan festivales pasados y pensé:
otro concierto que se cae por falta de publicidad. Me entristecí y resigne a
gozar lo que durara el suceso. Canciones famosas y conocidas se vivieron en las
voces de estos jóvenes estudiantes del conservatorio de música del Tolima.
El tiempo
transcurrió y miré la hora en mi móvil. Vi que habían pasado 20 minutos desde
mi llegada. Decidí salir del espacio en que me encerré para escuchar y
observar. Pobre tonto por lo que me estaba perdiendo. Afuera había una generosa cantidad de
público. La gente no necesitaba de las sillas para participar de la fiesta. Caminé
y me perdí entre la masa, las voces y los buenos ritmos. Saque mi cámara y
empecé a dispararla. Una foto aquí y otra allá. Primero a la banda, luego específicamente
a los cantantes. Cuando intenté tomar una nueva dirección con mi lente observe
un pendón.
La
invitación general la hace el Conservatorio Musical del Tolima auspiciado por
el Ministerio de Cultura de Colombia, y el concierto pertenece a un programa
nacional de concertación cultural. La concurrencia fue tomando sentido. Son
personas que apoyan lo propio. Padres apoyando hijos, novias soportando
amantes, amigos preocupados por el futuro de sus camaradas, personas del común
que quieren que la ciudad crezca. Muy significativo ver el alcalde sentado en
una silla plástica de estas,
compartiendo una tarde de “relax” con su familia y la ciudadanía: estaba
un poco distanciado pero es entendible (por
su seguridad y aun mejor, la nuestra).
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Alcalde de la ciudad de Ibagué: Guillermo Alfonso Jaramillo. |
Avancé un
poco y mientras lo hacía me surgió una pregunta ya que veía muchos jóvenes con instrumentos musicales
amarrados a sus espaldas. Además de mucha camaradería. ¿Cuál sería la verdadera
razón para medírsele a crear algo así?
Aproveche el cambio de banda y me aventure en hablar con uno de los
integrantes de la misma. Resulto ser alguien muy fresco además de amable. Me
dijo llamarse Nicolás Bayona. Es uno de los cantantes del ensamble de música
moderna. Él me explicó y dio sentido a lo que yo veía. Me contó que los grupos
que esa tarde se presentaban estaban conformados por jóvenes emprendedores que
pertenecen a un proyecto de estudiantes del técnico laboral con la escuela de
música a cargo del maestro Andrés Acosta. Le pregunté si la recuperación del
parque iba de la mano con el festival. El humildemente respondió que eso no lo
sabía.
Lo que sí
sabía y de lo que estaba muy orgulloso es del proyecto que se traen entre manos
con este espacio. “Los estudiantes del técnico laboral buscamos crear empresa y
dejar una huella en el Tolima, y por qué no, en Colombia. Ibagué es la ciudad
musical del país y carece de buenos espacios y de eventos de tipo musical.
Nosotros queremos que este concierto se realice cada año. Buscamos dejarle a
las generaciones de estudiantes que siguen a la nuestra un espacio en el cual
desarrollar y compartir su talento. Este año son tres ensambles: si todo sale
bien el próximo serán más y de otras ciudades. Podría llegar a convertirse en
una especie de Rock al Parque”. En este caso de ensamble al parque. ¿Y porque
no? ¿Qué le impide a la gente soñar y crear? Nada. Menos cuando se tienen ganas
y herramientas, cuando se es consciente de lo que se tiene y de lo que se puede
usar.
Son jóvenes emprendedores que la tienen clara. Tan clara como la música y géneros por los que transitan. Me sorprendió encontrar tres agrupaciones tan particulares y conformadas por personas de tan diferentes estilos y que a pesar de eso se ven como uno solo, se sienten como uno solo; con deseos de ser reconocidas por su calidad. Le pedí a Nicolás que me hablara un poco de los ensambles que se presentaban. Debido a su responsabilidad con el evento me respondió lo siguiente: Ensamble de música moderna, ensamble de música jazz y ensamble de música tropical. Con eso lo dijo todo. O al menos lo pienso así. Lo siguiente que me aconsejo fue: disfrútelo. Me extendió la mano y me obsequió un botón publicitario de muy bonita calidad que expresa el alma del concierto y me dejo con la promesa que de ahora en adelante cada año, podría asistir a este evento y conocería muchísimos Andrés, Nicolás, Sara (mi hija hace parte de ese mundo) y cuanto joven amante de los buenos sonidos viva en la ciudad y que crea que todo es posible. Gracias. Estaré muy pendiente el año entrante pero por el momento aceptaré el consejo y disfrutare el espectáculo.
Son jóvenes emprendedores que la tienen clara. Tan clara como la música y géneros por los que transitan. Me sorprendió encontrar tres agrupaciones tan particulares y conformadas por personas de tan diferentes estilos y que a pesar de eso se ven como uno solo, se sienten como uno solo; con deseos de ser reconocidas por su calidad. Le pedí a Nicolás que me hablara un poco de los ensambles que se presentaban. Debido a su responsabilidad con el evento me respondió lo siguiente: Ensamble de música moderna, ensamble de música jazz y ensamble de música tropical. Con eso lo dijo todo. O al menos lo pienso así. Lo siguiente que me aconsejo fue: disfrútelo. Me extendió la mano y me obsequió un botón publicitario de muy bonita calidad que expresa el alma del concierto y me dejo con la promesa que de ahora en adelante cada año, podría asistir a este evento y conocería muchísimos Andrés, Nicolás, Sara (mi hija hace parte de ese mundo) y cuanto joven amante de los buenos sonidos viva en la ciudad y que crea que todo es posible. Gracias. Estaré muy pendiente el año entrante pero por el momento aceptaré el consejo y disfrutare el espectáculo.
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Lazaretto "Ensamble de Música Moderna"
Escuela de Música - Conservatorio del Tolima
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Del ensamble
de música moderna atestiguo que fue un buen show. Un tanto tranquilo para mi
gusto pero con mucho estilo, todos bien ataviados para la ocasión. De las canciones que se interpretaron no me
acuerdo los nombres o la verdad no creo saberlos. Pero puedo decir que fueron
bien interpretadas y las disfrute como todos los presentes. Me acuerdo del bajista quien se adornaba
de forma grata y técnica. Eso me hace
pensar en todo el tiempo que debe llevar estudiando ese instrumento. El
baterista también hizo lo propio. ¿Pero quién no lo haría si tiene sus
esperanzas montadas en el escenario?
Los
vocalistas son muy profesionales, se ve que les están haciendo un buen trabajo.
Les resalto que a pesar de sus cortas edades han asumido buenos roles y han
adquirido ciertas habilidades histriónicas que los hace muy amenos y atentos
con la concurrencia y con los otros miembros. Prestos a corregir cualquier
error y sobre todo conscientes del espacio que ocupan. Son los encargados de
prender motores. De hacer que la gente
entre en comunión con los sonidos, lograr que ese primer ensamble se convierta
en un verdadero festival anual. Hacer que ese día nos olvidáramos del sol
abrasador y convertir esa sensación en energía pura. Para afrontar lo que se
venía. Solo me resta decir que los felicito, muy bueno todo. Y como todo lo
bueno termina; pero en este caso para
darle paso a otras agrupaciones.
De lo que
siguio en esa tarde solo puedo decir que fue diversión pura y que el ensamble de musica tropical la saco del
estadio. Otras palabras serian repetir lo que renglones arriba anoté. Que son
una maravilla, que muy buenos musicos, que la gente lo disfrutó y bailó como si
estuvieran en fiestas san pedrinas, bla, bla, bla… Lo que si quiero decir y resaltar es que con
poco se hace mucho. Que cuando se tienen ganas y espiritú, se llega lejos. No
tuvierón necesidad de promocionar bandas exitosas de otros lugares para que la
gente llenara un espacio. Que a pesar de que hicieron, es decir, nuevas versiones de canciones muy sonadas en
la radio (como el clásico de la salsa colombiana Cali pachanguero, de esa sí me acuerdo) la gente las sintio como
nuevas. Las acepto sin excusas. No escuché rumores de que esperaban invitados
especiales (nacionales o internacionales) para acercarse al evento. No atendí
gritos de la multitud alegando que los robarón por lo bajo del espectacúlo o
por lo corto del mismo pues tuvo una duración de dos horas (seria el colmo, era
gratuito). Por el contrario la gente bailó, aplaudio y canto hasta que se
termino. Hasta yo mismo, con esta sangre
“cachaca” o de persona nacida en el interior del país. Senti mis piernas
moverse con tan poca gracia pero con tal frescura que no falto la doncella que
se acerco desde lejos moviendo los
hombros y diciendo: “Papito, ¿bailamos?”.
Muy bueno todo lástima q como dice el autor el público de estos eventos son los familiares y amigos ya q la publicidad para la gente del "comum" es nulo...
ResponderEliminarLamentablemente tiene razón Maicol...habrá que seguir trabajando por la difusión general.
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