Violencia en Colombia a golpes de boxeo: Uno del barrio (2013), un filme de Carlos Rodríguez Aristizábal
Diseño: Joseph Palomino |
Por Leonardo Mora
Sanagustinconfesiones73@gmail.com
Este cortometraje documental del
realizador colombiano Carlos Rodríguez Aristizábal, surge del Taller Varan
realizado en el Diplomado Internacional de Documental de Creación de la
Universidad del Valle, que tuvo lugar en Cali en 2013, y nos ofrece unos
fragmentos en la vida de la familia de Jonatan “Momo” Romero, un joven boxeador
con un duro pasado y su lugar de origen:
El Retiro, uno de los 38 barrios que conforman el distrito de Aguablanca,
cordón de extrema pobreza en la capital del Valle del Cauca. En el filme, Momo está
por enfrentar al mexicano Alejandro López, en Tijuana (México), por el título
del peso súper gallo de la Federación Internacional de Boxeo, FIB.
Este trabajo posee diversas particularidades
que le dotan de un carácter especial y distinto al que habitualmente
manifiestan los cortometrajes documentales. Cuando se observa Uno del barrio, puede notarse que ante
todo prima un interés por contar una historia de manera honesta, veraz y sin
intenciones de amarillismo fácil, dado que el objeto del retrato audiovisual pudiera
prestarse para ello: una familia tercermundista de escasos recursos, con una
historia violenta y desoladora, que confía y se enorgullece con la carrera
boxística de uno de sus hijos. Los detalles del filme que paulatinamente nos
van adentrando en la cotidianidad de un barrio marginal en donde las
oportunidades son mínimas, nos revelan una gran sensibilidad y un gran talento
a la hora de hilar la narración. La figura de Jonatan Romero se construye a partir
de personajes de su ámbito como la familia –un padre enfermo pero orgulloso,
una madre presta y esperanzada, una hermana de carácter, el recuerdo de un
hermano asesinado- un entrenador tenaz, amigos, allegados y desconocidos que
sólo recién se enteran de las hazañas de Momo, y también se vale minuciosamente
de los lugares en que esta serie de personas viven su día a día, como el lugar
de entrenamiento de los muchachos del barrio, las empobrecidas calles, y
esencialmente, la casa de la familia de Momo.
En Uno del barrio nunca se interpela o entrevista a ninguno de los protagonistas: el equipo realizador opta por pasar inadvertido en medio de los encuentros, pláticas, costumbres y quehaceres de la familia de Momo, para lograr una naturalidad extraordinaria y captarlos de manera más fidedigna, más cercana a su comportamiento real. De manera que desfilan libremente en la historia un gran puñado de situaciones específicas que gradualmente nos ofrecen, casi sin que nos demos cuenta, un escenario mucho más interesante que la simple historia directa de un boxeador que asciende en su carrera y que alcanza a evidenciar aspectos claves del sentir cultural colombiano en una población específica.
Colectivo audiovisual Zerkalo conversó en días pasados con Carlos
Rodríguez Aristizábal, quien nos adentró en todo el interesante proceso del
filme, desde su concepción inicial, las dificultades tanto técnicas como
morales que sorteó, las personas que conoció, su método de trabajo, su
sensibilidad al momento de enfocar su cámara sobre un objeto determinado, los
virajes de la narración, las decisiones artísticas sobre el material a grabar e
implementar –muchas de las cuales no daban el tiempo suficiente para meditarlas,
hasta la realización final. La idea de grabar acerca del deporte del boxeo
surgió cuando Rodríguez Aristizábal realizó un documental para Televisión Española sobre esta
disciplina en la misma España, y se enteró de muchos de los mecanismos e
intereses personales que se ejecutan al momento de organizar un combate. De
manera que, ya en Colombia, se acercó a la Liga Vallecaucana de Boxeo, conoció
al entrenador encargado Jaime Aguirre –un hombre comprometido con ayudar a los
jóvenes marginados a encontrar en el boxeo un aliciente para salir adelante- y
este le enteró –no sin previas reticencias- de la historia de Momo, de su nivel
deportivo, de su familia y de su difícil entorno social.
Rodríguez nos planteó la
importancia al momento de efectuar su trabajo de expresarse de una manera clara
y directa. Con respecto a la naturalidad del filme, afirmó que a pesar de la
predominancia de este aspecto se genera un tipo especial de construcción
argumental:
“Paradójicamente, el cine que más cerca parece estar de la realidad, el
cine directo, es el que más usa recursos de la ficción. Para un espectador de
ficción la experiencia es similar: no hay entrevistas, los personajes parecen
que no ven la cámara, hay continuidad espacio temporal... hay mucha
construcción ahí, operaciones retóricas, lenguaje cinematográfico”.
El realizador también citó al
director español Víctor Erice, y específicamente su afirmación de que “en este
tipo de cine no se escoge propiamente, sino que se encuentra; se demarca un
territorio y se acepta lo que pase ahí”. También fue muy puntual en el hecho de
tener completo control y dominio acerca de su propuesta, la cual paulatinamente
sufría modificaciones y nuevas estimaciones a raíz de los acontecimientos que
se desarrollaban en el proceso. Un ejemplo de ello es el rol fundamental que
empezó a ganar la figura del padre del boxeador, Reinel Romero, conforme se
ahondaba en su vida –signada por la enfermedad-, en su personalidad y en su
amor y sufrimiento por las peleas de Momo.
Carlos Rodríguez Aristizábal
elabora un trabajo en el cual inteligentemente nos acerca a un modo duro y
hostil de sentir la colombianidad con sus anhelos, sus creencias, su idiosincrasia,
sus conflictos irresueltos: sin dramas tergiversados, sin necesidad de
sentimentalismos falsos, llegando más hondo y de modo más personal a una
compleja realidad de exclusión y violencia en una de las incontables zonas de
Colombia donde sobrevivir es la más difícil de las peleas y donde no ha muerto
la esperanza de redención.
Este realizador de origen
pereirano ha realizado numerosos documentales y reportajes para las principales
televisiones públicas de Colombia y España, entre ellas Telepacífico, Señal
Colombia, Televisión Española, Barcelona Televisión y Canal Sur Andalucía. Actualmente
se dedica a la dirección y producción de sus propios documentales y a la
actividad docente.
Desde el 30 de marzo y hasta el
27 de abril de 2014, puede verse online Uno
del barrio, filme el cual participará en la sección competitiva del
festival francés Pointdoc. Es el único de origen colombiano en el festival y
competirá con otras nueve películas de diferentes nacionalidades (Francia,
Bélgica, Israel e Irán). El siguiente es el enlace a la película, donde también
se puede votar.
Ficha Técnica
Dirección y guión:
Carlos Rodríguez Aristizábal
Montaje: Terry
Valencia
Fotografía y cámara:
Carlos Rodríguez Aristizábal
Sonido:
Eugenio Gómez / Jhon Ciavaldini
Producción:
Diplomado Internacional de Documental de Creación Universidad del Valle / Les
Ateliers Varan
Coordinación
de producción: Centro de producción y asesoría en Comunicación Univalle
Asistente de
producción: Natali Imery / Valentina Marulanda
Duración: 32’
País: Colombia
Año: 2013
Comentarios
Publicar un comentario