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Kazimierz Wierzyński (Drogóbich, Galitzia y Lodomeria, 27 de agosto de 1894 - Londres, Reino Unido, 13 de febrero de 1969) fue un poeta y periodista polaco, miembro y cofundador del grupo de poesía experimental Skamander junto a Julian Tuwim, Antoni Słonimski, Jarosław Iwaszkiewicz y Jan Lechoń.
Su obra "Laurel Olímpico" (en polaco: Laur olimpijski, 1927), el cual idealizaba la gracia y la aptitud de los atletas, hizo que ganara la medalla de oro para la poesía en los Juegos Olímpicos de Ámsterdam de 1928.
Sus últimas obras, escritas ya una vez exiliado, son mucho menos
alegres y positivas, pasando a un lado mucho más sombrío y comprometido
con la conciencia y realidad social. "La Cosecha amarga" (1933) incluye poemas relacionados con los Estados Unidos. Otra de sus obras más importantes, "Campo de Batalla Olvidado" (1944) contiene relatos basados en la Segunda Guerra Mundial. Finalmente, Wierzyński falleció en Londres, Inglaterra, el 13 de febrero de 1969.
El grupo Sakamander estuvo inicialmente muy relacionado con la revista mensual literaria Pro arte y studio y con el Pod Picadorem Café en Varsovia. En 1920 creó su propia publicación, llamada "Skamander", nombre ideado por el poeta Jan Lechoń. Esta palabra proviene de Escamandro, dios griego que dio nombre al río Karamenderes en Asia Menor.
Los jóvenes poetas fueron fuertemente influenciados por Leopold Staff y otros poetas neorrománticos. Sus principales objetivos eran romper los vínculos entre la historia y la poesía para poner fin a las funciones nacionalistas y patrióticas
de la poesía polaca. También hicieron hincapié en la necesidad de
restaurar la poesía a la gente común, devolviendo al uso del lenguaje
cotidiano en la poesía, incluyendo coloquialismos, neologismos y
vulgarismos. En contraste con los objetivos básicos del movimiento Joven Polonia,
los miembros de Skamander evitaron incluir héroes semi-mitológicos como
protagonistas en sus obras, sustituyéndolos por gente común.
Ven,
espíritu del poder
Ven, espíritu del poder,
aumenta nuestras fuerzas
por encima de la razón, por encima del sentir,
por encima del llanto del hombre y la mujer.
Aumenta nuestras fuerzas,
por encima de las tumbas hermanas,
por encima de la desesperación de viudas y de huérfanos,
por encima de las llagas mordidas por el gas,
por encima de los bombardeos repentinos,
por encima del miedo, cuando uno aún no piensa en morir
y aún desea los labios de su amor.
Mira:
sujetos a la prueba inhumana,
forjados tantas veces en el dolor,
hacemos frente a la perdición,
luchamos por nosotros mismos y por el mañana.
Aumenta nuestras fuerzas
por encima de cualquier martirio,
por encima del cansancio
y la crueldad
y toda la demás letanía de las faenas,
danos el aguante de la piedra:
no soltaremos de la mano
la bandera de los pueblos.
Refuérzanos hasta el final.
Esta guerra debemos ganar
este otoño, este invierno,
o dentro de muchos años.
Refuérzanos por encima de la vida y de la muerte,
debemos luchar,
debemos luchar
hasta el último día,
hasta la última noche,
por encima de la razón, por encima del saber,
por encima de todas las tumbas.
Ven, espíritu del poder,
aumenta nuestras fuerzas.
En el
mismo fondo
¿Si no bajas al mismo fondo
Cómo medirás la altura de la montaña
De donde caíste?
¿Si no despiertas a solas
Con la oscuridad que tus ojos llene
Cómo volverás a ver un día?
¿Si no cuentas tus fracasos
cómo distinguirás la debilidad del orgullo
y cómo volverás a levantarte?
Y cuando llegues a la fuente de las fuerzas,
incluso en el fondo y en la oscuridad,
al salir de allí
dime quién eres,
tiéndeme la mano.
Los dos pemas aparecen en el libro Poesía Polaca: Antología, a cargo de la Ed.
Arte y literatura, en La Habana, Cuba. 1984. La antología se realizó con la colaboración de la editorial Literatura de Cracovia
(1984). Edición a cargo de Marietta Suárez Recio. Traducción:
María Dembawska y Samuel Feijón.
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